miércoles, 28 de octubre de 2015

Contestar a preguntas difíciles típicas de estas fechas: ¿Mamá, qué es la muerte?




En ocasiones los niños tienden a hacer preguntas muy complicadas de contestar. En estos  días en los que tanto en los medios de comunicación como en la calle, los niños escuchan historias sobre Halloween, sobre el día de todos los santos... oyen expresiones como “el día de los muertos”, “los muertos vivientes” o similares. Muchos de ellos empiezan a hacer trabajar el cerebro y a veces sorprenden a sus padres con preguntas tales como: ¿Mamá, qué es la muerte?. Es complicado explicar a los niños este tipo de conceptos y muchos padres deciden evitarlo  hasta que el niño alcanza, a sus ojos, el suficiente grado de madurez como para entenderlo. La decisión es de los padres, pero saben que tarde o temprano van a tener que hablar sobre el tema.

Dependiendo de su edad, los argumentos y las explicaciones deben de ser diferentes, pues  si se es demasiado franco con ellos pueden desarrollar un miedo irracional que les afecte  en su vida diaria. También es importante la situación en la que se habla de la muerte: si es  una pregunta casual, si se ha perdido a un ser querido recientemente, si lo han visto en  algún cuento/videojuego/serie de televisión, o incluso en el telediario.

Muchos progenitores evitan directamente hablar del tema ya sea por el mal trago que puede ocasionarle al niño o porque consideran que no se debe hablar de cualquier tema con ellos, lo cual es más que respetable. Sin embargo, muchos expertos recomiendan encontrar un equilibrio entre la evasión y la confrontación. Para ello, lanzan una serie de recomendaciones como demostrarle al niño que escuchas y respetas sus preguntas, sentimientos e intentos de comunicación.
Es importante ser sincero, pero ofrecer siempre explicaciones breves y fáciles de entender siempre teniendo en cuenta la edad del pequeño. Es también importante observar cómo se lo va tomando (para seguir en el mismo rumbo o cambiar a otro distinto), y asegurarnos de que entiende nuestra explicación.

Debemos de tener en cuenta que los niños son mucho más conscientes de lo que pensamos con respecto a este tipo de conceptos, y muchas veces preguntan para asegurarse de que lo que ellos creen es cierto.

Dependiendo de la edad que tengan, suelen tener un concepto distinto sobre la muerte.  Izaskun Andonegi, enfermera experta en el apoyo al duelo, afirma que los niños empiezan a entender la muerte como algo irreversible alrededor de los 8 años de edad, alcanzando sobre los 12 años la total comprensión del concepto.

Hasta los 8 años, los dibujos les enseñan que la muerte es reversible, pues los personajes resucitan de diversos modos y se recuperan de grandes accidentes. En algunos dibujos aparecen personajes que, en teoría, están muertos, como momias o vampiros, por lo que hay que tener en cuenta este apunte antes de contestar la pregunta del pequeño.


Por último, es necesario prestar atención a nuestra forma de hablar y expresarnos a la hora  de hablar de este tipo de complicados conceptos, pues probablemente es lo que más recuerde el niño en el futuro.

P.B.

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