En ocasiones los niños tienden a
hacer preguntas muy complicadas de contestar. En estos días en los que tanto en los medios de
comunicación como en la calle, los niños escuchan historias sobre Halloween,
sobre el día de todos los santos... oyen expresiones como “el día de los
muertos”, “los muertos vivientes” o similares. Muchos de ellos empiezan a hacer
trabajar el cerebro y a veces sorprenden a sus padres con preguntas tales como:
¿Mamá, qué es la muerte?. Es complicado explicar a los niños este tipo de
conceptos y muchos padres deciden evitarlo hasta que el niño alcanza, a sus ojos, el
suficiente grado de madurez como para entenderlo. La decisión es de los padres,
pero saben que tarde o temprano van a tener que hablar sobre el tema.
Dependiendo de su edad, los
argumentos y las explicaciones deben de ser diferentes, pues si se es demasiado franco con ellos pueden
desarrollar un miedo irracional que les afecte en su vida diaria. También es importante la
situación en la que se habla de la muerte: si es una pregunta casual, si se ha perdido a un ser
querido recientemente, si lo han visto en algún cuento/videojuego/serie de televisión, o
incluso en el telediario.
Muchos progenitores evitan
directamente hablar del tema ya sea por el mal trago que puede ocasionarle al
niño o porque consideran que no se debe hablar de cualquier tema con ellos, lo
cual es más que respetable. Sin embargo, muchos expertos recomiendan encontrar
un equilibrio entre la evasión y la confrontación. Para ello, lanzan una serie de
recomendaciones como demostrarle al niño que escuchas y respetas sus preguntas,
sentimientos e intentos de comunicación.
Es importante ser sincero, pero
ofrecer siempre explicaciones breves y fáciles de entender siempre teniendo en
cuenta la edad del pequeño. Es también importante observar cómo se lo va
tomando (para seguir en el mismo rumbo o cambiar a otro distinto), y
asegurarnos de que entiende nuestra explicación.
Debemos de tener en cuenta que
los niños son mucho más conscientes de lo que pensamos con respecto a este tipo
de conceptos, y muchas veces preguntan para asegurarse de que lo que ellos
creen es cierto.
Dependiendo de la edad que
tengan, suelen tener un concepto distinto sobre la muerte. Izaskun Andonegi, enfermera experta en el
apoyo al duelo, afirma que los niños empiezan a entender la muerte como algo
irreversible alrededor de los 8 años de edad, alcanzando sobre los 12 años la
total comprensión del concepto.
Hasta los 8 años, los dibujos les
enseñan que la muerte es reversible, pues los personajes resucitan de diversos
modos y se recuperan de grandes accidentes. En algunos dibujos aparecen
personajes que, en teoría, están muertos, como momias o vampiros, por lo que hay
que tener en cuenta este apunte antes de contestar la pregunta del pequeño.
Por último, es necesario prestar
atención a nuestra forma de hablar y expresarnos a la hora de hablar de este tipo de complicados
conceptos, pues probablemente es lo que más recuerde el niño en el futuro.
P.B.